En el ámbito de un mantenimiento correcto de una batería es importante conocer las situaciones que pueden afectar sus prestaciones: una de éstas es la sulfatación que puede crear una degeneración de las prestaciones de una batería hasta volverla no utilizable.
Las causas que llevan a la sulfatación de una batería son múltiples, pero resulta significativa la situación en que la batería queda durante largos períodos sin ser utilizada y, por lo tanto, sujeta al proceso de autodescarga. Además, la presencia siempre creciente de dispositivos presentes en los vehículos actuales que siguen consumiendo energía incluso con el motor apagado, por ejemplo los sistemas de alarma, pueden llevar a una descarga progresiva de la batería y, por lo tanto, crear las condiciones para la sulfatación.
Nace, consiguientemente, el concepto de desulfatación, un proceso que permite restablecer el funcionamiento de una batería alargando su vida útil y eliminando la necesidad de su sustitución antes del tiempo.